Si bien, dentro del viaje en Italia emplearemos buena parte de día en actividades diversas, pues se tornará tremendamente necesario reponer las fuerzas y echarse una siestecita, en el mejor de los casos, o hasta un profundo y delicioso sueño, para lo cual habremos tenido que encontrar un lugar adecuado donde hacerlo.
Para alojarse no hay mucho rollo pues opciones hay y por montones; por ejemplo, podemos acudir a un lujoso y suntuario hotel de 5 estrellas donde lo único que necesitas hacer ahí es existir (¡claro, y desde luego, pagar!), también los hay de menor categoría en los que los servicios se van adecuando al precio que se paga, sin ser deficientes.
Para los amantes del campo y el aire libre la opción ideal son los campings, que además de resultar alojamientos más baratos también implican todo un estilo de vida, sea bien en un bungalow o armando tu carpita pero de que ves verde, lo ves.
La alternativa para los mochileros está en las pensiones o albergues, que careciendo de lujos, ofrecen meramente el lugar del reposo y la comida, pero a fin de cuentas qué importa, si se pasan todo el día afuera, lo importante es conocer, divertirse y al caer la noche, caer ellos también, dormidos como piedras.
Como una última opción, descontando la posibilidad de ir y clavarse en casa de algún familiar o conocido si es que lo hubiese, también podemos encontrar los buenos apartamentos, lindas casitas alquilables, sean céntricas o rurales en las que la familia podrá divertirse a sus anchas por la libertad y comodidad que ésta ofrece, también ideal para el grupete de amigos que deciden vacacionar y pasarla de lo lindo, claro, teniendo en cuenta que el mantenimiento y supervivencia corre por cuenta suya, pero eso es lo de menos si al final del día lo único que se busca es sucumbir placenteramente en los brazos de Morfeo.