La ciudad de Milán se caracteriza entre sus sitios turísticos por poseer una de las iglesias más hermosas del mundo, esta es la famosa Catedral de Milán, (Duomo di Milano en italiano), una estructura de carácter gótico que simboliza a esta ciudad de Italia.
Iglesia de grandes dimensiones, comparada en magnificencia con la Basílica de San Pedro del Vaticano en Roma, de la Catedral de San Pablo en Londres y de la Catedral de Sevilla. Su gran magnitud se refleja en los 157 metros de largo que posee y sus dimensiones internas pueden albergar hasta 40.000 personas.
Historia
En 1386 el arzobispo, Antonio da Saluzzo, comenzó el nuevo proyecto de la construcción de la Catedral de Milán, el inicio de la construcción coincidió con el acceso al poder en Milán de Gian Galeazzo Visconti, primo del obispo, lo que fue entendido como una forma de recompensa a la nobleza. Antes que comenzaran los trabajos de construcción, se demolieron los palacios del Arzobispo, del Ordinari y el Baptisterio de San Esteban en la Primavera, mientras que la antigua iglesia de Santa Maria Maggiore fue usada como cantera de piedra.
En 1389, se designó como arquitecto jefe al francés Nicolas de Bonaventure, que le dio a la catedral su fuerte impronta gótica. Diez años más tarde Jean Mignot fue llamado para evaluar y mejorar el trabajo realizado en levantar las piedras hasta una altura sin precedentes.
Entre 1500 y 1510, bajo Ludovico Sforza, fue completada la cúpula octagonal y se decoró su interior con cuatro series de quince estatuas cada una que representan a santos, profetas, sibilas y otros personajes del Antiguo Testamento.
Tras el paso de diversos arquitectos y un sinfín de obreros, los detalles finales de la catedral fueron terminados ya en el siglo XX: la última puerta fue inaugurada el 6 de enero de 1965. Esta fecha es considerada como el término del proceso que ha durado muchas generaciones, a pesar ello todavía algunos bloques quedan sin esculpir esperando ser convertidos en estatuas. Los trabajos de renovación que cubrían la fachada principal de la Catedral terminaron en el diciembre de 2008.
Monumentos
Dentro de la Catedral de Milán se puede encontrar diversos monumentos y obras artísticas que complementan su decoración, entre estos destacan:
Sarcófago del arzobispo Alberto da Intimiano; el Sarcófago de los arzobispos Ottone y Giovanni Visconti, construidos en el siglo XIV.
Sarcófago de Marco Carelli, que donó 35.000 ducados para la construcción de la catedral.
Los tres magníficos altares de Pellegrini, que incluye la obra de Federico Zuccari Visita de San Pedro a Santa Agatha encarcelada.
En la parte derecha del transepto, el monumento a Gian Giacomo Medici di Marignano, llamado «Medeghino», obra de Leone Leoni, y el renacentista altar de mármol adyacente decorado con estatuas doradas de bronce.
Delante del antiguo mausoleo se encuentra la más renombrada obra de arte de la catedral, la estatua de San Bartolomé de Marco D’Agrate.
En el pasillo izquierdo se puede ver el monumento a Arcimboldo, obra de Alessi, así como figuras de estilo románico que representan a los apóstoles en mármol rojo y el baptisterio neoclásico obra de Pellegrini.