Los italianos son bastante formales en su vida laboral, lo que se extiende a los milaneses. Las reuniones de negocios deben organizarse con la debida antelación y se respeta mucho la puntualidad. También es habitual el intercambio de tarjetas de presentación. Algo característico de las milaneses es que, haciendo gala de su reputación, tratan de vestir con elegancia en todas las ocasiones. La mayoría de los ejecutivos en Milán hablan inglés. El horario laboral habitualmente es de 09:00 a 17:00 hs., aunque los ejecutivos suelen extender sus horas laborales.
El ritmo de vida en la ciudad de Milán es bastante frenético y eso se refleja en algunas de sus costumbres, como por ejemplo en la duración de sus comidas. Generalmente los milaneses no regresan a comer a sus hogares y luego del trabajo es común encontrarlos en algún bar adonde acuden a relajarse luego de una dura jornada de trabajo. Estos sitios además suelen ser el lugar elegido para cerrar algún acuerdo o negociación.