Luego de la famosa Catedral de Milán, otra de las iglesias de mayor admiración en esta ciudad de Italia es sin duda alguna la iglesia de Santa María de las Gracias (en italino Santa Maria delle Grazie), una estructura situada en la plaza del mismo nombre y creada en el año 1469.
Reconocida mundialmente, muy aparte por su estructura, por poseer en su interior la mundialmente conocida «Última Cena«, la famosa obra artística realizada por el pintor Leonardo da Vinci. Esta y otras características fueron suficientes para que en 1980 sea catalogada por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.
Historia
Francisco Sforza, duque de Milán, mandó a construir una iglesia y su convento en donde se encontraba una capilla dedicada a Santa María de las Gracias. El arquitecto Guiniforte Solari, se encargó del trabajo terminando el convento en el año 1469, y la iglesia en 1482.
En el año 1490 se realizaron trabajos para modificar el altar y el claustro, esta vez agregándole unos retoques renacentistas, siete años después Ludovico Sforza realizo las exequias de su esposa Beatriz en la iglesia, a partir de ello la iglesia se convirtió en el lugar de entierro de los Sforza.
La Última Cena
Para el decorado de los interiores del convento, se contrató en el año 1494 al famoso pintor italiano Leonardo da Vinci para realizar un fresco en la pared norte del comedor.
Da Vinci entonces eligió la escena bíblica de la Última Cena, convirtiéndose hasta el día de hoy en uno de los puntos de visita de los miles de personas que llegan a esta iglesia.
Diseño
La cúpula posee un estilo renacentista en la primera parte del edificio, pero con influencias románicas, en su parte interna se aprecia también un diseño gótico que decora interiores de la iglesia.
En la parte delantera se pueden apreciar frescos y decorados como la Historia de la Pasión, de Gaudenzio Ferrari mientras que un fresco de Bramantino decora el ingreso a la sacristia.