El desarrollo de la nacion italiana y su demostración artística se puede apreciar en los distintos monumentos que posee entre sus calles, en este caso, el Palacio Litta no es la excepción.
Conocido también como el Palazzo Arese-Litta, posee una estructura barroca que decora especialmente la calle en donde se ubica, la reconocida Corso Magenta, frente al Monasterio San Maurizio el Maggiore.
Historia
La construcción de los cimientos de este palacio se llevó a cabo por encargo del Conde Bartolomeo Arese, miembro de una de las familias más influyentes de Milán, quien solicitó el trabajo al arquitecto Francesco Maria Richini para la época en que se convirtió en Presidente del Senado de Milán.
Con el pasar de los años, el Palacio Litta fue convirtiéndose en el centro de la cultura milanesa de moda y política, importantísimo y elegante sobre todo en el desarrollo de recepciones para personajes magnos de la época, entre quienes figuran la archiduquesa Mariana de Austria, Isabel Cristina de Brunswick-Wolfenbüttel y para la llegada de Napoleón a la ciudad de Milán.
El edificio pasó por herencia de los duques, a Litta Visconti Arese, y entre los años 1752 y 1761 se construyó una nueva fachada ordenada por Bartolomeo Bolli Michael Desiderio que, partiendo de las características indicadas por el palacio barroco viable y autónomo de Pavía Mezzabarba, concibió la fachada desarrollando en el centro una composición dominante.
Interior
Dentro de este palacio podemos encontrar el Patio de Honor, el cual posee dos columnas y dinteles que datan de la época de Richini y su diseño inicial. También aparece la escalera monumental en forma de tijera, diseñada por Charles Joseph Merli, construido en 1740.
Otros de los ambientes que se aprecian son el Salón Rojo, asi como el Salón Amarillo. Figura también la Galería de los Espejos y el famoso Salón de la duquesa, que datan aproximadamente del siglo XVIII y se caracterizan por mantener los tapices pintados con obras de Martin Knoller y José y Agostino Gerli.