Considerado como el palacio privado más bello en Italia, el Palacio Marino es una obra maestra arquitectónica, del siglo XVI, por su diseño y la majestuosidad a observarse en los exteriores como en su interior.
Historia
Diseñada por el arquitecto genovés Galeazzo Alessi, llamado a Milán especialmente para la construcción del palacio, en un inicio este palacio había sido creado como hogar para la familia Marino, una de las familias más poderosas de Milán encabezados por el patriarca Tommaso Marino, fue construido en los años del 1557 y 1563.
Se dice tambien que el palacio se construyó para que el conde Marino albergue a la bella Ara Cornaro, de familia veneciana y emparentada con la reina de Chipre.
Debido a la muerte de Tommaso Marino, la gran prosperidad de la familia sufrió fuertes crisis que llevaron hasta el embargo del palacio por parte de la autoridad ciudadana. Después de haber intentado vender el palacio, el estado buscó en vano venderlo y acabarlo para usarlo en servicios públicos.
Interiores
El Palacio Marino se caracterizó por los diseños que se presentaban en su interior y cada detalle en sus obras; cabe destacar que en un início el patio del palacio se presentaban las hazañas de Hércules y las metamorfosis de Ovidio.
El salón de Honor (llamado actualmente Salone dell’Alessi) había pintado sobre el techo las Bodas de Eros y Psique en el banquete de los Dioses y había realizado los estucos siempre con historias de Eros y Psique.
En los ángulos del techo el artista Aurelio Busso había representado Las cuatro estaciones. Bajo la cornisa las Musas, Baco, Apolo y Mercurio con frescos de Ottavio Semino, alternados con bajorrelieves con las historias de Perseo. Sobre las entradas se habían colocado los bustos de Marte y Minerva.