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Dentro de la gran cantidad de áreas verdes y lugares interesantes con los que cuenta la ciudad de Milán podemos encontrar al Parque Lambro, uno de los mayores en extensión y de gran popularidad desde tiempo atrás hasta la actualidad.
Este parque, así como otros más estuvo a cargo del arquitecto Enrico Casiraghi, quien tenía como objetivo crear más áreas verdes pero siempre manteniendo el clásico paisaje lombardo. El nombre Lambro significa «de aguas claras» y fue inaugurado para el año 1936, gozando de gran afluencia desde su apertura.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el parque sufrió considerables bajas en sus árboles para la obtención de leña; posteriormente, en las décadas de los 50 y 60 se añadieron nuevas áreas para ampliar el parque, replantando gran cantidad de árboles, entre los que figuran especies como el roble, la metasequoia, el nogal pterocaria cáucaso o el ginkgo biloba.
El parque cuenta con buena cantidad de construcciones y variados servicios a lo largo de su extensión donde podemos encontrar restaurantes, bares, un centro deportivo, una zona de patinaje y la casa de la Guardia Ecológica Voluntaria, así como algunas granjas, torres y fábricas. Este es uno de los lugares prferidos para pasear en bicicleta, disiparse y tener un momento de libre esparcimiento con la familia.
La Guardia Ecológica Voluntaria ha implementado también un sistema de tarjetas botánicas para que todo visitante pueda recrearse aprendiendo los distintos nombres de las especies de árboles que puede encontrar en el parque.
