Si eres de esos turistas con alguna suerte de fascinación por el mundo de los muertos debes visitar las Catacumbas de los Capuchinos. Las momias te harán reflexionar acerca de la vida y lo breve que puede ser la belleza física.
El Cementerio del Monasterio de la Orden de los Hermanos Capuchinos o simplemente las Catacumbas de los Capuchinos es uno de los puntos turísticos más visitados de la ciudad de Palermo (Sicilia). Se ubica en el barrio Cuba, al lado de la Iglesia Santa María de la Paz.
Según los registros, data del siglo XVI, aunque fue edificado sobre estructuras más antiguas. Las momias expuestas están divididas por sexo y clase social. No todos podían permitirse el costo de embalsamamiento. A pesar de no haberse hecho un inventario de los cuerpos, se estima que deben haber cerca de 8000.
Se dice que a mediados del XIX las disposiciones sanitarias prohibieron los entierros en las iglesias y en los subterráneos fue cuando se construyó el Cementerio de los Capuchinos al lado de la Iglesia.
Ante la gran impresión que causa ver tal cantidad de cadáveres, Ippolito Pindemonte, poeta importante de la época, dijo en un verso: «La muerte los mira y teme haber fallado los tiros»
El primer cuerpo que verás hacia el lado izquierdo – desde la entrada de las catacumbas – es el de Silvestro da Gubbio, el primer hermano Capuchino en ser embalsamado el 16 de Octubre de 1599.
Apuesto a que has oído hablar sobre la momia de una niña que abre y cierra los ojos.¡Exacto!. Su nombre es Rosalía Lombardo y murió el 6 de diciembre de 1920 a los dos años de edad. Lo que llama la atención es el impecable proceso de embalsamamiento al que fue sometida, pues su rostro luce intacto.
También se le conoce con el apelativo de la bella durmiente y es considerada por muchos como la “momia más hermosa del mundo”. Se registra que es una de las últimas personas en ser momificada.