La construcción es obra del arquitecto Arnolfo di Cambio. Su amplia plaza era escenario de torneos, luchas entre animales salvajes y quema de herejes.
La iglesia de Santa Croce es una de las edificaciones religiosas de mayor importancia dentro de la ciudad de Florencia; anteriormente fue empleada como lugar artístico, centro teológico e incluso panteón, por lo que se ha convertido en un importante referente cultural del arte y la corriente renacentista.
Su predio está lleno de puestos de souvenirs con miniaturas de David y Vírgenes que demuestran la importancia de su construcción; incontables personajes importantes del arte y la política así como de teólogos y demás influyentes han sido acogidos en sus conventos, como San Buenaventura, San Antonio de Padua, San Bernardino de Siena, por citar algunos.
En su interior se encuentran sepultados algunos de los mayores talentos de Italia; es por ello que a esta basílica se le conozca también como el Panteón de las glorias italianas, albergando los restos de Michelangelo, cuyo cuerpo salió de Roma en una maleta de contrabando, Machiavelli, Galileo, Rossini y Ghiberti.